Cómo funciona

Lo pueden contratar empresas, autónomos, profesionales y particulares. En todos estos casos van a disfrutar de las mismas ventajas operativas y económicas del producto.

Una operación de renting se puede contratar entre uno y cinco años. Para escoger el plazo más apropiado a contratar se procederá a analizar los kilómetros recorridos por cada año o la duración del contrato.

Por definición el Leasing es un arrendamiento financiero (alquilamos el dinero para adquirir el automóvil), con opción de compra. El renting es un alquiler directo del automóvil con todos los servicios necesarios para su utilización incluidos en la cuota. El leasing es una concesión de dinero para poder pagar el vehículo, mientras que el renting es la concesión del uso y servicios de mantenimiento y gestión del coche.

Normalmente un seguro a todo riesgo sin franquicia, y sin limitación por edad del conductor. Dependiendo de cada compañía puede ser con cuota fina anual, revisable por IPC, o revisable por siniestralidad (bonus/malus).

Cualquier automóvil contratado en renting puede ser conducido por toda persona con permiso de conducir en vigor. Sólo puede conducir el titular del contrato, aunque puedes incluir a más personas pagando un extra en tus mensualidades.

Sí, lo puedes elegir. Simplemente, éste deberá respetar los acuerdos comerciales que mantenemos con la marca, y adecuarse a nuestra forma de operar.

Cualquier marca y modelo, ya sea turismo, comercial o industrial (max. PMA 3.500 kgs) que comercialicen las marcas oficiales en España. En nuestro caso son las siguientes marcas: Audi, BMW, Citröen, CUPRA, FIAT, Ford, KIA, Lexus, Nissan, Opel, Peugeot, Renault, SEAT, Smart, Volkswagen y Volvo.

Sí, se puede cancelar. Las compañías de renting proceden de distinta manera en este sentido, en función del tiempo transcurrido calcularán la depreciación del automóvil en ese momento y el resultado de este cálculo determinará el importe a abonar por cancelación anticipada.

Normalmente el renting no tiene opción de compra, si bien se ofrece un valor final preferente siempre que alguien esté interesado en adquirirlo.

Habitualmente los servicios que se incluyen son: la compra, matriculación, impuestos, mantenimiento, averías, neumáticos y seguro a todo riesgo. Adicionalmente se incluyen según las distintas compañías servicios como: la gestión de multas, tarjeta de carburante, vehículo de sustitución, etc.